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María Félix y Cantinflas, no se soportaban

María Félix y Cantinflas, no se soportaban

María Félix y Cantinflas, no se soportaban

¿Sabían que Maria Félix y Cantinflas no se toleraban?

Foto Insólita de la revista “LIFE” en la cual aparecen, Cantinflas, María Félix y Dolores del Río.

En septiembre de 1965, los directores de Life en español le ordenaron a su corresponsal en México, Rafael Delgado Lozano, fotografiar, juntos por primera vez, a los tres artistas de cine más grandes de México: Mario Moreno Cantinflas, María Félix y Dolores del Río, para el “Gran Número Especial” de la revista.

El reportero, según su propio testimonio, reflexionó: “¿Pero estos señores qué se habrán creído, que reunir a estos tres es como tomar una fotografía de los Tres Ases, que sin ser hermanos siempre salen juntos?”

El problema central radicaba en un hecho aparentemente insalvable: María Félix y Cantinflas mantenían una relación tan distante que por eso no había fotografía en que aparecieran juntos “Ojo de Gringa”, como llamaba al corresponsal María Félix, se dispuso a realizar esa tarea “casi imposible”, y lo logró.

En el número del 27 de septiembre de ese mismo año aparecen los tres, fotografiados en la casa de Dolores del Rio Delgado Lozano cuenta las vicisitudes que tuvo que afrontar para reunir a los artistas.

La Doña, de hecho, “nunca había visto con buenos ojos” a Cantinflas, relata Delgado, por lo que debía negociar y convencer a María de temperamento “ciclónico”, aceptar fotografiarse con el cómico “mejor remunerado del mundo”.

Delgado habló por teléfono con María Félix, quien sorpresivamente accedió:
“Mire, ‘Ojo de Gringa’, si ellos están de acuerdo, yo acepto, pero la foto tiene que ser tomada en mi casa”.

Rafael Delgado hizo suya la “sugerencia”: llamó a Cantinflas —”Matador” en su relato—, y aceptó en principio la iniciativa, pero después replicó: “Un momento, Lozano, un momento, ¿Por qué se ha de tomar la foto en casa de la señora?”.

Delgado Lozano descartó la locación y se disculpó: era “sólo una sugerencia mía, pero la podríamos tomar en casa de Lolita del Río”.

Los personajes en conflicto estaban “amarrados” Sólo faltaba persuadir a Dolores que aceptara facilitar su residencia.
Sorprendida por la propuesta, y conociendo la mala relación de Cantinflas con María Félix, Dolores del Río preguntó al fotógrafo de Life: “¿Se da usted cuenta de lo que pide? ¿Cómo va usted a convencer a María y a Cantinflas?”.

Delgado Lozano confesó el acuerdo previo y dijo a la actriz: “Ya hablé con María y ella insiste en que se tome la foto en su casa. También hablé con Cantinflas y está de acuerdo, pero no en casa de María ¿Quiere usted, como un favor especial, hablarle a María y convencerla de que se tome la foto en casa de usted?”.

Dolores del Río accedió, el lugar ya no era problema, la fecha y la hora de la cita ya habían sido acordadas con Mario Moreno.
Otro telefonema: “Doña, la cita está hecha para el próximo martes, a las dos de la tarde”
“Oigame usted,`Ojo de Gringa’ o Lozano, o como usted quiera que lo llame —replicó la Félix—, ¿cuándo le dijo usted al señor Cantinflas que íbamos a tomar la foto? Pues quiero decirle que yo tengo un compromiso ineludible el martes, de manera que tendrá que ser el viernes ¿Me oyó usted bien?”.

El viernes, sin embargo, Dolores del Río partía para España, alejando cada vez más la esperanza de Delgado de lograr la insólita fotografía Delgado hizo un último intento con Dolores del Río: “Hable usted con María y suplíquele que se tome la foto el jueves, a más tardar, en vista de que usted piensa salir para España el viernes”. El periodista sabía que Cantinflas estaría fuera de la ciudad el miércoles Dolores del Río aceptó Amigas al fin, la diva fue persuadida para la convocatoria de ese jueves Delgado habló de nuevo con el actor antes de desistir de la empresa encomendada por los editores de Life: “Matador, María me llamó proponiéndome muy dulcemente que sea el jueves cuando se tome la foto —explicó el fotógrafo a Cantinflas—, porque el martes ella tiene un compromiso familiar Dolores sale para España el viernes y acepta que sea el jueves. Si la foto no se toma el jueves, a mí me tendrán que llevar a un sanatorio de enfermos mentales el viernes. Así que, por favor, acepte usted el jueves, matador, por favor”
“Está bien, Lozano, el jueves a las dos de la tarde”, concedió Cantinflas, para consuelo de Delgado.
Jueves:
Una de la tarde Casa de Dolores del Río en Coyoacán Delgado y el fotógrafo Antonio Halik preparan el escenario, miden la luz 38 veces, toman coñac y bocadillos
Dos y quince, baja Dolores del Río con los fotógrafos
Dos treinta, “ni señal de María ni de Cantinflas”
Dos cuarenta y cinco, llega María, “deslumbrante —describe Delgado—, vestido verde turquesa” Saluda afectuosa a Dolores
A las Tres de la tarde hace su entrada Cantinflas “Saludó a Dolores con un sonoro beso; a María, con un seco ¿Cómo está usted, señora?, y recibió otro seco `Muy bien, Mario’”.

Así, Delgado y Halik tomaron decenas de fotos inéditas, con los tres en una, no publicada por Life, la Doña y Cantinflas fueron fotografiados “del brazo” “Les tomamos fotos de pie, sentados, caminando, riéndose, jugando; en fin, hicieron todo lo que les pedimos.

En las primeras fotos, por precaución, siempre pusimos a María y a Cantinflas separados”.

Los editores de Life quedaron encantados nunca más se les vio juntos.