El cantante de regional mexicano Gerardo Ortiz logró evitar la prisión tras llegar a un acuerdo con las autoridades estadounidenses. La jueza federal Maame Ewusi-Mensah Frimpong, en una corte de Los Ángeles, lo sentenció este 19 de noviembre a 3 años de libertad condicional y le impuso una multa de 1.5 millones de dólares.
¿Por qué recibió esta sentencia? La clave para evitar las rejas fue su “cooperación sustancial” con el FBI. Ortiz testificó en contra de su exmánager, Ángel del Villar (dueño de DEL Records), quien ya fue condenado a 4 años de prisión el pasado agosto.
Los detalles del caso:
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El delito: Ortiz admitió su culpabilidad por participar en conciertos en 2018 organizados por Gallística Diamante, una promotora vinculada financieramente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
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La defensa: El cantante declaró que el FBI le había advertido sobre estos nexos (bajo la “Ley Kingpin”), pero aseguró que Ángel del Villar lo presionó para realizar los shows a pesar del riesgo legal, diciéndole que ignorara las advertencias.
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Riesgo de seguridad: Tras su testimonio, se ha revelado que Ortiz teme por su integridad si regresa a México, dado que su declaración implicó a figuras conectadas con el crimen organizado.
Al salir de la corte, Gerardo se mostró tranquilo y agradeció a sus fans, cerrando así un capítulo legal que puso en jaque su carrera.
